Y...

Y el tiempo pasa y con ello todo lo que nos rodea y que se encuentra a los lados de nuestro camino. Y no hace falta correr, lentamente se puede saborear ese gusto que mezcla sal y azúcar con una pizquita de amargura. Y entonces conoces a esas personas que nunca jamás pensabas que te podían hacer feliz, que te sacan del agujero oscuro, que llevan hacia la luz, que te dan un giro de 180º a la vida. Y es entonces en ese momento cuando jamás quieres despertar de ese sueño, que los segundos sean tan largos como los minutos y que los minutos se conviertan en horas, porque te has dado cuenta de que habías estado malgastando tantos momentos en la vida preguntándote una y otra vez: si has tomado la decisión correcta, un ¿qué hacer? Y esos momentos te enseñan, que la vida esta dividida en dos partes: los momentos en los que eres feliz y no te importa nada, y los que estas quieta para no volverte a equivocar.