Demasiadas ilusiones (∞)

Noelia es una chica como muchas otras. Nació el 10 de Abril del 2000 en La Serena, Chile. Sólo las personas que le agradan la pueden llamar por su apodo, Noe. Probablemente no es el tipo de chica bonita, ni con sonrisa perfecta, definitivamente no, no tiene una bonita sonrisa. Aunque no lo demuestre, a veces es insegura de si misma y en ocasiones se siente inferior a los demás. Le da miedo la soledad, las personas que le puedan hacer daño, las criticas de las personas y las hormigas. Tiene demasiados defectos, y muy notorios además, pero eso la hace apreciar aún más a las personas que la rodean y le dan su cariño. Es muy reservada, fría, distante, enojona y antipática, pero si te das el tiempo de conocerla de seguro te tomará mucho cariño; claro está que no te lo dirá, pero sí te lo demostrará. Es tan fría que no le gustan los abrazos, tampoco es de expresar su cariño, pero no es su culpa, tiene sus motivos para ser así. Tiene que estar muy segura antes de decirle a alguien 'te quiero', ya que lo poco que expresa de sus sentimientos es sincero y leal. Le encanta abrumar su mente de recuerdos y pensamientos. Odia la rutina, que le digan qué hacer, su segundo nombre  y lo cursi. Invencible por fuera, totalmente destructible por dentro. Es un limón azucarado. Dice tener ojeras de panda, pero no se complica por eso, ya que su animal favorito son los pandas. Quiere aprender a tocar violín. Ama el chocolate, de echo cuando esta triste le gusta ahogar sus penas con leche de chocolate. Su mayor sueño es viajar por el mundo. Desde los 11 años vive lo que ella prefiere llamar como 'experiencias nuevas'. Ama a su mamá. Su color favorito es el calipso, no el celeste ni el azul, el calipso. Su pieza está llena de peluches, cuadros, atrapa sueños y fotografías. No sabe por qué, pero le incomoda hablar sobre los estilos de música que escucha. Siempre lleva con ella un collar con 3 piedras pequeñas. Cuando grande quiere estudiar cualquier cosa, pero algo con lo que se gane mucho dinero. Ama infinitamente las luces de la ciudad, pero ella prefiere llamarlas luces bonitas. No pretende ser una mera copia de alguien. No es perfecta ni quiere serlo. Esta chica soy yo, y sinceramente, me encanta. Hay muchas personas mejores que yo, así que perdiste tu tiempo leyendo esto, lo siento.